sábado, 6 de abril de 2019

Silla eléctrica

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Quería aprovechar la entrada de hoy para traeros un pequeño monólogo que escribí hace un tiempo y que llevé a escena con la compañía de teatro de Can Pantiquet en el espectáculo "Bienvenidos al manicomio". El personaje es un condenado a la silla eléctrica que ademas es un bipolar. El escrito se titula precisamente, "SILLA ELECTRICA" y como siempre tras la imagen lo podrás leer.


El personaje entra a escena acompañado de dos policías, uno a cada lado, supuestamente lleva esposas en las muñecas y grilletes en los pies. Lo empujan dentro de una celda, él se agarra a los barrotes. Se pasea tranquilamente por la celda y se sienta en el camastro, entonces empieza a hablar.
Un tumor cerebral, pobrecilla, no se lo merece. Además los médicos dicen qué lo han descubierto demasiado tarde y que no le quedan más de dos o tres meses de vida.
Ella, que siempre se había preocupado tanto por nosotros, sus hijos y ahora tenemos que contemplar impotentes como se apaga sin poder hacer nada.
Justo cuando murió mi padre hace ahora diez años, tuve que hacerme cargo de ella, no me importó, yo era el pequeño y dejé mis estudios de historia y empecé a trabajar.
No solo tenía que mantenerla a ella y a mí, sino al resto de mi propia familia, mi mujer y mis dos pequeñines.
Son encantadores, Javi, el mayor, quiere ser astronauta y Toni, el pequeño, médico, para encontrar la cura al mal de su yaya.
Mi madre siempre los junta los domingos, después de comer y les pide que les enseñen los deberes, si los tienen hechos y bien les da su semanada si no, no. Eso ya lo hacía con nosotros, pero ahora, no tendrá ganas de hacerlo más.
Y allí estaba él, con su uniforme bajándose de su moto. Me acerqué a él por la espalda mientras se quitaba el casco. Estaba solo y lo abordé en silencio. No había nadie cerca, saqué mi arma y le descerraje dos tiros PAM, PAM, el cuerpo cayó al suelo y yo me acerqué más PAM, PAM, dos disparos más el cuerpo caía inerte al suelo. Vi como la sangre manchaba el suelo, como crecía el charco rojo. Jejeejejejeejeje y disfruté, sí disfruté enormemente, jejejejejejejeje. Él estaba en el suelo inerte, muerto.
Las pocas veces que podía acompañarla al mercado me gustaba llevarle el carro y cuando regresábamos a casa, subía la compra por las escaleras para que ella no se cansara. También me gustaba ayudar a las vecinas a subir sus carros repletos, sobre todo a aquella ancianita del cuarto, por cierto, ¿Qué habrá sido de ella?
Con lo activa que había sido siempre mi madre, sí es verdad que cuando murió mi padre cayó en una pequeña depresión pero se recuperó en seguida. Pobrecilla.
Dos meses de vida, eso es tan poco tiempo. Voy a intentar que sean los más felices de su vida, que se ría, que viaje, que pase todo el tiempo que pueda con sus hijos y nietos y luego, cuando ya no esté, que su ausencia sea recordada por todos aquellos a los que amó.
¿Sabéis que voy a hacer?...
Y no me arrepiento, de hecho sólo fue el primero, tras él vinieron otros muchos. Todos ellos policías, monillos, maderos y picoletos, todos son la misma mierda. ¿Qué no me habían hecho nada? Tal vez ellos no, pero eran putos policías. Hace diez años uno de ellos mató a mi padre ¿y creen que pagó por ello?, NO, NO LO HIZO. El pobre alegó que se le había disparado el arma mientras la limpiaba, “son cosas que pasan” dijo el juez, el quedó en libertad, vivo y trabajando mientras nosotros enterrábamos a nuestro padre y con él la esperanza de una vida feliz. Mis sueños se sepultaron junto a aquel ataúd de madera.
¡O qué pasa! qué porque lleven placa son inmortales, ¿son héroes? No lo son, ni siquiera son personas, pierden ese epíteto cuando se ponen el uniforme, entonces se convierten solo en mierda, solo son basura que están mejor muertos. Sus familias le habrán llorado, sí, pero sabían que eso pasaría un día u otro yo en cambio…
… La voy a llevar a Disneyland, ella siempre ha querido ir allí. Iremos todos, ella, mis hijos, mis hermanos, sus mujeres y sus hijos. Ya tengo el dinero guardado.
Luego la llevaré al pueblo, allí en Granada, para que pase unos días con su hermana y luego, no sé qué haré luego, cuando llegue el momento pensaré en ello pero no voy a permitir que las lágrimas afloren en sus ojos, eso os lo puedo prometer.
yo no tenía por qué perder a mi padre como lo perdí. Lo mató una bala perdida de un madero. Ninguno de los hombres que yo maté fue el que mató a mi padre ¿Y? son la misma mierda. Me he convertido en el héroe que a mi padre le hubiese gustado que me convirtiera…
Bajando al público, siendo por fin consciente de todo
¿O tal vez no?, he sido un buen hijo, un buen padre y un marido fiel, amigo de mis amigos y de mis vecinos, una persona culta (rompiendo a llorar y volviendo a la celda, sentándose) pero ¿qué es lo que he hecho? ¡Mamá!
Empieza a sonar la canción The ring of fire, entran los policías del principio y lo llevan a la silla eléctrica lo sientan y le tapan la cabeza con una capucha y lo electrocutan.

Por hoy es todo, espero que os guste, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

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