sábado, 24 de febrero de 2018

Relato, portada, finalista y viaje en el tiempo

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

En primer lugar quería compartir una portada, es la antología del certamen de Microrrelatos "Microatardeceres" de Diversidad Litararia. La comparto con vosotros porque un relato que aparece en ella es mío. Aquí la portada.


Acto seguido comparto el relato que aparece, en esta ocasión se trata del atardecer como hilo conductor, mi relato, titulado: "Todo esto será tuyo" y el relato dice así:

Tenía sus manos puestas a modo de visera para que el atardecer no le impidiera ver el maravilloso espectáculo. “¿Te gustan las vistas?” le preguntó su padre a su espalda. Ella asintió con su cabeza. “Pues todo cuanto abarca tu vista te pertenecerá a nuestra muerte Juana” Sentenció Isabel a su hija con el beneplácito de su esposo Fernando.

En efecto, este relato resultó finalista. Pero eso es lo de menos, lo que a mi me importa es que el relato me gusta, no sé si a ti te gustará o no, pero espero que sea que sí.

Por último quiero que viajemos al pasado, a una época triste y gris de nuestro país. Una época en la que no gozábamos de los lujos que tenemos hoy día, ni podíamos expresar nuestras ideas libremente, ni podíamos desarrollar nuestras ideas con libertad pues esta no existía. Me estoy refiriendo, por supuesto, a la dictadura española, o al franquismo.

Una época en que se secuestraban libros por orden judicial, dónde se censuraba el arte, dónde metían en la cárcel a cantantes, actores, etc. Por suerte todo eso ya corresponde a tiempos pretéritos y no al siglo XXI en el que nosotros vivimos. Una época, la nuestra, en la que la libertad de expresión nos permite expresarnos de la manera que deseemos y en la que no nos manipulan en los medios de comunicación. Por suerte, estas cosas, ya no pasan en un país desarrollado como el nuestro. ¿O tal vez lo contado no sea un viaje en el tiempo y sea más actual de lo que creemos?

Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 17 de febrero de 2018

Relato inédito y dedicatoria especial

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Este fin de semana ha sido algo especial para mí. Es el fin de semana de la semana de los enamorados, el día de San Valentín fue el pasado miércoles, pero además también ha sido el fin de semana de mi décimo aniversario de boda. Así que quería dedicar esta entrada a mi preciosa esposa Gianinna de la que cada día que pasa estoy más enamorado, además de ser mi mujer y compañera es mi musa, mi amiga y mi vida. Así que, aunque siempre estas en todo lo que escribo, hoy te lo quiero dedicar de una manera especial. Va por ti cariño mío.

Lo que hoy os traigo es una historia, un relato corto, inédito hasta la fecha. No es una historia de amor, aunque habla de un amor, no es una historia romántica, es una historia triste, pero también es una historia que escribí hace muchos años y que me gusta. Me abría gustado hacer la entrada con un relato algo más romántico, pero no ha podido ser. De todas formas también las lágrimas son necesarias. El relato se titula así: AHORA ES TARDE, DEMASIADO TARDE y dice así: 
Recuerdo a la perfección la última vez que te vi. Mi mano derecha mesaba tu melena azabache mientras la izquierda enjugaba tus lágrimas. Yo te acababa de decir que lo nuestro era imposible ya que yo me marchaba lejos, muy lejos, tal vez demasiado, y sabía que jamás volveríamos a vernos.
El silbato del tren sonó por segunda vez, tú te agarrabas a mí como quien se agarra a un clavo ardiendo, queriendo parar el tren con tu fuerza. Finalmente el tren partió y yo te imaginé arrodillada en el andén, con la cabeza entre las piernas y llorando amargamente, casi tan amargamente como lloraba yo en mi compartimiento, sólo, triste, melancólico.
Eso ocurrió hace muchos años y nunca te pude decir que te amaba, que te amo, que siempre te amaré y siento no haberlo hecho. Eso ocurrió hace muchos años, pero aún recuerdo la última sonrisa que me dedicaste, solo con cerrar los ojos te veo ante mí, sonriente, con tus dientes perfectos y brillantes cual perlas.
Eso ocurrió hace muchos años, yo he cambiado, he perdido pelo, he engordado y  me he arrugado pero mis sentimientos hacia ti no han cambiado. Sí, ya sé que ahora es demasiado tarde, que todo esto debí decirlo antes, que tú lo habrías dejado todo por seguirme y siento no haberlo hecho, ahora es demasiado tarde.
Siento mucho todo eso, siento mucho no poder entregarte mi amor, siento mucho no poder darte mi calor, ahora es demasiado tarde, demasiado tarde para todo. Siento mucho todo eso, pero siento mucho más no haber podido ir a tu entierro, no haber podido llorar por ti, no haberte podido ver por última vez. Ahora es demasiado tarde, pero mis lágrimas son para ti, porqué aunque yo siga vivo, realmente, morí al morir tú.
Ahora es demasiado tarde, demasiado pronto para morir, demasiado tarde para empezar a vivir, demasiado tarde para dejar de sufrir.

Es todo por hoy, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 10 de febrero de 2018

Carnaval Carnaval

Buenas Noches desde el rincón en le que escribo.

La vorágine de la actualidad nos arrastra hasta una espiral de acontecimientos. Y este es el caso de este fin de semana en el que nos encontramos, el carnaval nos ha atrapado con sus máscaras, disfraces y charangas. Las comparsas van por la calle precedidas por su música y jolgorio, alegría y colores, como una serpiente multicolor. Probablemente sea la fiesta de origen pagano que continuamos disfrutando tanto o más que las que la religión a adoptado para la sociedad actual. Pero el carnaval tiene un componente mágico que nos trasporta a un mundo en el que todo es posible, solo por un día todo está permitido. Los astronautas recorren las calles de la mano de piratas. Los indios y vaqueros danzan y bailan junto a alienígenas y robots y los cavernícolas se cuelgan sus mejores pieles para compartir mesa y bebida con los vikingos, los espadachines o los monstruos. Como decía por unos días todo está permitido, la magia, los sueños y la diversión reinan por doquier. Exactamente lo mismo que ocurre en los libros. 

Un libro nos permite viajar sin movernos del sofá. Sentirnos alguien que no somos e incluso vivir vidas prestadas que no son nuestras. Durante las lecturas, despolillamos los antiguos trajes guardados en el arcón de nuestra memoria, nos ceñimos la piel de personajes que jamás podremos ser y nos tocamos con el aspecto de otros mientras, por ejemplo, el tren nos aleja de la ciudad de Barcelona con rumbo a una ciudad cualquiera. Ese personaje vuelve al interior de las páginas del libro cuando nos bajamos del tren y vuelve a tomar cuerpo en el momento en que abrimos sus páginas para compartir el café de la mañana, o el tiempo de la siesta de la tarde. Muchos de esos personajes, o esos parajes son lo último que vemos antes de dormirnos, o lo primero que vemos al despertar. Personajes que nacen en la imaginación de un autor y toman cuerpo cada vez que nuestros dedos pasan las hojas de su libro, que se visten cuando nuestros ojos leen negro sobre blanco sus peripecias y que toman cuerpo cuando nuestra mente las imagina. Y perecen cuando acabamos el libro, pero que vuelven a nacer cuando unos nuevos dedos, unos nuevos ojos y unas nuevas mentes los descubren de nuevo convirtiéndose en eternos, en inmortales, y por que no decirlo, en mitos.

Tanto el carnaval como los libros son algunos ejemplos de como necesitamos evadirnos de nuestra realidad, ser otras personas, aunque solo sea por unos instantes. Imaginar, vivir, soñar. En definitiva, vivir. Pues esto es la vida, la realidad de cada uno, diaria, en ocasiones agradable, a veces dura y también cruel, pero nuestra. Y también la fantasía, los sueños y la ilusión. Los mundos imaginarios y la evasión de nuestra realidad. La literatura es una de las vías de escape de esa realidad no siempre tan agradable. Lo es para el escritor, que llena las páginas en blanco de sueños, lo es para los lectores que viven esos sueños y lo es para todos aquellos que hacen posibles esos sueños, porque tanto los escritores como los lectores necesitan de esas personas que nos rodean, que a veces nos apoyan y otras parecen que nos odian. Los amigos, las familias, los compañeros, los indeseables, los odiosos, aquellos a los que odiamos y por los que somos odiados, todos ellos son necesarios e importantes en nuestras vidas. Al igual que un protagonista necesita de su antagonista pues es este su razón de ser. ¿Qué sería de Sherlock Holmes sin Moriarti?, ¿Qué de los mosqueteros sin Richelie? ¿Cómo entenderíamos a Superman sin Lex Luthor? No podríamos existir si no tuviéramos aliados y enemigos. Igual que los fantasía y la realidad, una y otra son necesarias en nuestras vidas.

Por eso, aunque a medida que pasan los años me siento con menos ganas de disfrazarme si que las tengo de seguir viviendo fantasías, ya sea escribiéndolas o leyéndolas, ya sea imaginándomelas o soñándolas. Qué viva el carnaval, la magia, la imaginación y la fantasía. 

Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de escribir". Nos leemos.

sábado, 3 de febrero de 2018

Portadas, resultado concurso y relato

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Como podéis ver en el título de la entrada de hoy hay varios temas a tratar en esta entrada así que espero que me tengáis paciencia y no os canséis a mitad de camino. Lo primero que quería traeros una portada que quedó pendiente, se trata de la antología "Cuentos para soñar" de Ojos Verde Editores, es la recopilación de los cuentos ganadores y finalistas de un concurso de mismo título. Como ya os comenté en algunas entradas anteriores dos relatos míos aparecen en ella. Aquí os dejo la portada.


Dentro del mismo ámbito quería anunciar también que he resultado finalista de un nuevo certamen literario, en esta ocasión de Diversidad Literaria, concretamente en el concurso "Microterrores IV" así que os comparto también la portada:


El relato que aparece en esta antología lleva por título "El fin" y el relato, microrrelato en realidad pues es muy cortito dice así:

La abisal criatura se acercaba con paso lento pero mortal. Había acabado con todos mis compañeros e iba a por mí, no tenía escapatoria, me tenía arrinconada en el fondo del garaje al que hui pensando escapar y resultará ser mi tumba. Se acerca. Su pútrido aliento lo precede. Me muerde, ah, me va a devorar, No quiero morir, solo tengo seis años.

Por hoy es todo, espero que pronto podamos volver a vernos por aquí, os espero en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.