sábado, 15 de diciembre de 2018

Primera navidad sin ti

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Permitidme que saque mi lado más ñoño y sensiblero en unas fechas como estas en las que estamos pre-navideñas. Voy a empezar por la imagen que quiero que ilustre esta entrada:


Ya estamos metidos en la vorágine de comidas de empresa, amigos invisibles, cestas de navidad, lotes navideños, niños de San Ildefonso cantando premios con su salmodia letanía, familias reunidas en torno a una bacanal de comida, dulces y alcohol, regalos, reyes y roscones. Es algo normal y hasta bueno siempre y cuando no nos dejemos arrastrar por el consumismo.

Para mi la navidad siempre ha estado unida a la familia. Pero en mis casi cuarenta y dos años de vida esta va a ser una navidad diferente. Porque va a ser la primera sin ti. En todas mis navidades siempre ha estado tu risa, los chistes que nos contabas, los enfados que teníamos contigo por lo pronto que te ibas a dormir y lo pronto que te levantabas. La sonrisa con la que comías las viandas que preparaban para la ocasión, como disfrutabas con ellas. Disfrutabas con la presencia de tu familia entorno tuyo. Y nosotros disfrutábamos con tu compañía. Así ha sido siempre menos un año, del que aún me arrepiento no sabes cuanto. 

Pero este año ya no estás. No podre escucharte reír, ni enfadarme contigo por irte a la cama cuando la noche empezaba, ni reírme hasta no poder más cuando empezabas con tus payasadas o cuando cantabas tu escatológica canción. No estarás para bendecir la mesa, no estarás para poder desearte ¡Feliz Navidad!. No estarás para las uvas, bueno nunca has estado para eso pero ya no podré desearte ¡Feliz año nuevo! cuando te levantaras al día siguiente y yo aún no me hubiera acostado, sencillamente porque no estás. No podré llamarte para que vengas a ver la cabalgata, ¡te hacía tanta ilusión ver pasar a los reyes!, parecías un niño. Ya no te tendré más, ni en navidad ni en ningún otro momento. Ya nunca te escucharé llamarme mi niño chico, ni veré tu cara de alegría cuando te regale algún detalle por nimio que fuera. Y ya no te veré posando con la corona de rey para la foto e incándole el diente al roscón. Eras único para hacernos reír. ¿Quién nos sacará ahora las carcajadas? Ninguno podemos asumir ese rol papá.

Por eso quiero hacerte un regalo, uno más. Sé que no sabías leer pero te gustaba que yo lo hiciera, y también que escribiera. Por eso, porque lo que sé hacer es escribir, te he escrito un poema. Es solo para ti papá, permíteme que lo comparta aquí, pero es solo tuyo. Te quiero, te quise y siempre te querré. El poema se titula "Duele no tenerte" y es este:

Duele no tenerte a mi lado,
Me faltan tu risa y tus consejos.
Te fuiste muy pronto, demasiado,
Siempre lo parece a los que quedamos.

Duele no tenerte ya lo digo,
No sabes cuánto.
Te llevaste tu alegría, ¿sigo?
Tu valía y tu canto.

Duele no tenerte, es ley de vida sé,
Pero no tan pronto, no así, no tan rápido.
Me dejaste aquí plantado, lloré,
Aún lo hago.

Duele no tenerte conmigo
Te llevó consigo un cáncer malvado.
Tanto sufriste en cama postrado,
Pero ya no sufres más, respiro aliviado. 

Duele no tenerte en estos días,
Que la familia se une celebrando.
Pero quiero que sepas que me
Duele no tenerte papá amado.

Por hoy es todo, espero os haya gustado, pero la verdad, hoy al único que querría que de verdad le hubiera gustado no podrá leerlo. Nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

2 comentarios:

  1. Precioso escrito a tu padre Samuel y bello poema

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Paquita, viniendo de ti es un honor escuchar esas palabras.

      Eliminar