Buenas noches desde el rincón en el que escribo. Continuamos con la historia del asesino en serie conocido como Black Jack, ¿Encontrará Mike a su antagonista?
—El FBI
está en camino chicos —Dijo Mike entrando la noche siguiente en la comisaría y
mirando a Sally aunque diciéndolo en voz alta para que todos lo oyeran.
Dejó sus
cosas sobre el escritorio y se sentó llevando sus manos a su cabeza mesándose
el cabello como ausente. Sally dio algunas órdenes y los agentes que se
encontraban allí salieron a cumplir con estas. Cuando se quedó a solas con su
compañero, se acercó a él y tras acariciarle cariñosamente en el hombro se
sentó junto a él y le preguntó:
—¿Qué te
pasa Mike? No es la primera vez que te cruzas con los federales y en cambio es
la primera vez que te veo así.
—No es por
ellos Sally, es por este jodido caso. Parece que el puto Black Jack del pasado
y el del presente han encontrado la forma de sacarme de quicio y perder los
papeles. No sé por dónde seguir investigando. Todas las pistas que tengo me han
llevado a un callejón sin salida.
—No
estarás en ese callejón sin salida como tú dices si el FBI se va a hacer cargo
de la investigación.
—No, esos
capullos no se van a hacer cargo de nada Sally, tan solo vienen a proteger a un
par de testigos protegidos.
Sally lo
miraba con sus bellos ojos marrones abiertos como platos sin entender que
quería decir. Pero como Mike no la miraba tuvo que preguntar:
—¿A qué te
refieres?
—¿Recuerdas
las iniciales de los gemelos? —le preguntó mirándola a los ojos por primera
vez, cuando ella asintió él prosiguió—. Pues gracias a Tara, la del archivo, he
descubierto que se trata de dos hermanos, Aldo y Nairo López. Pero no había más
información sobre ellos y supuestamente continuaban en México, pero había algo
que no me cuadraba en todo esto y llamé a un viejo amigo del FBI y al soltarle
los nombres, no me dijo a quién pertenecían, tan solo que los mantuviera vivos
a toda costa. Pero no me dijo quiénes eran.
—¡¿Ves
como no estás en ningún callejón sin salida?! Has descubierto quién son.
—Sí, pero
por lo visto son testigos protegidos, tienen una doble identidad que es la que
desconozco, y no puedo protegerlos si no sé qué cara tienen —y empezó a llorar
desconsoladamente.
Sally se
quedó mirando a Mike, se conocían hacía muchos años, pero jamás lo había visto
como hoy. Era un buen hombre y un mejor policía. Además le atraía muchísimo
como hombre, pero esta nueva faceta que acababa de descubrir de él le hizo que
se enamorara de él. Podía ser la persona con la que vivir el resto de su vida.
Se acercó a él, le cogió una mano y pegó sus labios a los de Mike y los dos se
fundieron en un largo beso. Cuando Sally se apartó por fin de él fue este el
que habló.
—¿Y este
beso?
—¿No te ha
gustado?
—Me ha
encantado pero, creo que habías dicho nada de compromisos y menos de mezclar el
trabajo con nuestra relación…
Sally no
le dejó acabar la frase pues le plantó un nuevo beso en los labios antes de
añadir:
—¡Oh
cállate Mike! Y hazme el amor.
—¿Aquí?
—Preguntó él y ella asintió con la cabeza mientras se sentaba a horcajadas
sobre él y le besaba.
Sally se
movía adelante y atrás mientras acariciaba la espalda de Mike y le mesaba los
cabellos y él le besaba muy sensualmente en el cuello mientras le desabrochaba
uno a uno los botones de la blusa dejando a la vista un precioso sujetador de
encaje blanco que casi no podía contener los enormes senos de ella. Besó unos
de los pezones de ella pues se le marcaban bajo en encaje mientras ella bajaba
la bragueta de él sacando su sexo y masajeándolo con su mano derecha
masturbándolo levemente. Con su otra mano apartó un poco la braguita para
dejarse penetrar cuando sonó su teléfono móvil lo que les hizo devolverles a la
realidad de dónde estaban.
—Brown
—respondió mientras se ponía en pie y se arreglaba la ropa. Al otro lado una
voz de hombre trataba de hacerse oír por encima de una estridente sirena que no
dejaba de sonar.
—¡Intendente,
no sé cómo lo ha hecho Mike pero ha vuelto a acertar! ¡Han lanzado un cuerpo
sobre el coche patrulla que lo ha destrozado, ha sido desde el noveno piso en
el lugar exacto en el que él dijo que pasaría! ¡Mi compañero está subiendo al
piso en el que ha ocurrido por si puede atrapar al responsable! ¡Vengan lo
antes posible por favor!
—Vamos
Mike, Black Jack ha vuelto a matar ¡y esta vez puede que lo atrapemos!
Por hoy es todo, Black Jack continúa en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.
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