viernes, 8 de marzo de 2019

Desgranando "ENTREMÉS" (yV) y alguna cosa más

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Por calendario hoy toca la última entrada de personajes de "Entremés", pero también es 8 de Marzo, día de la mujer trabajadora, así que también querría dedicar unas palabras a ellas. La imagen de hoy será para "Entremés" y es esta:


Empecemos. El último capítulo está protagonizado por un personaje misterioso del que no voy a revelar mucho ya que la idea es que sea una sorpresa a la vez que un regalo para los lectores, tanto de mi primera novela como de mi segundo libro, por eso pongo los dos en la imagen. Es un personaje de que tendrá continuidad, aunque sea poca, en algún libro posterior. Es un personaje que me gusta mucho y que espero que también guste a los lectores. ¡Y hasta aquí puedo leer! (cuanto tiempo deseando poder decir esto).

Ahora quiero dedicar unas palabras para este día. Mucha gente que conozco se pregunta por qué tiene que haber un día como este. Yo lo que lamento es que tenga que existir, pues debería de ser evidente que todos somos iguales y como tales deberíamos tener los mismos derechos y obligaciones y recibir los mismos beneficios o castigos por ello, pero no es así.

A nivel profesional vivo en un ambiente de hombres, pues en el mundo de las instalaciones eléctricas, de fontanería, calefacción, climatización, etc., casi el 100% de profesionales son hombres. Pero es que en el tema del transporte ocurre lo mismo. Tan solo en atención telefónica o en contabilidad encontramos mujeres (repito, me refiero a mi sector laboral) y son pocas. 

Pero he estado en ambientes que mayoritariamente son mujeres las que encontramos. Por ejemplo en el teatro. La mayoría de personas que conozco que hacen o han hecho teatro son mujeres, tanto en el ámbito profesional como en el amateur. Pero en cambio, la mayoría de personajes en las obras de teatro son personajes masculinos. Sé que las mujeres pueden hacer estos roles y viceversa (yo mismo he hecho de mujer en alguna ocasión) pero obviamente a todos nos gusta hacer algo que nos sintamos cómodos. En aquella época, encontrar obras de teatro en que todas las chicas de la compañía tuvieran protagonismo era francamente complicado (con alguna excepción como ocurrió con "Lisistrata". 

También en la literatura ha habido, hay y habrá discriminación por cuestiones de género. Ya sé que las librerías y las bibliotecas están llenas de libros escritos por mujeres pero todos sabemos que no siempre ha sido así. Muchos sabemos que antiguamente las mujeres tenían que usar psudónimo masculino para poder ver cumplido su sueño de publicar. Hoy día esto no pasa, ¿seguro? Yo creo que sí, pues la mayoría de los escritores más vendidos son, eso es, hombres.

Son solo algunos ejemplos, pero a mí al menos me hace pensar, ¿y a ti? Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

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