sábado, 19 de enero de 2019

Mi baúl de los recuerdos (II)

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Hace aproximadamente un año hice una entrada titulada "Mi baúl de los recuerdos (I) y dije que habría más aunque no sabría decir con que periodicidad, podéis leer la entrada aquí: https://mi-rincon-de-escribir.blogspot.com/2018/01/mi-baul-de-los-recuerdos-i_20.html. Bien, pues casi un año después llega la segunda parte de la entrada. Si en aquella ocasión la entrada giró en torno a los juegos de rol en esta ocasión el tema girará en torno a otra de mis pasiones que también me ha influido en mi vertiente de escritor. Me estoy refiriendo al teatro.


El teatro me ha dado muchas cosas, de hecho algunas de las primeras cosas que escribí fueron para ser llevadas a escena a modo de monólogos (algunos de ellos los habéis podido leer en este blog). Pero ha sido mucho más que una pasión para mí, ha sido una parte más de mi cuerpo, casi como una extensión mía.

Algunos de los personajes de mis novelas y relatos cortos han sido o son actores amateurs, y habrá más. Pero no es por ningún motivo en concreto, simplemente porque me gusta escribir sobre cosas que sé o me gustan y el teatro es una de las cosas que se y me gustan. Pero os hablaré de como empezó todo, aunque ni yo mismo lo sé muy bien.

Me ha gustado el teatro desde niño, no sabría decir cuando, ya me gustaba cuando hacía teatro en la escuela dominical de la iglesia evangélica de La Llagosta y me siguió gustando cuando estaba en EGB. Recuerdo que cuando cursaba octavo pusieron una serie de talleres para hacer los vieres por la tarde, había de todo tipo, y yo me apunté sin dudarlo al de, efectivamente, teatro. En un principio se iban a realizar tres obras, dos cortitas y una más larga, la para mí insuperable "El mercader de Venecia". Disfruté tanto preparando esa obra. Yo interpretaba a Shylock y era un reto pese a que tan solo tenía 14 años. Y me salió bastante bien. Aquí comprendí que tal vez esto de la interpretación podía ser para mí.

Pero me di cuenta de otra cosa, tenía capacidad para memorizar en tiempo record. Lo supe porque otra de las obras que se iban a realizar, una cortita, estuvo a punto de suspenderse pues el protagonista de la misma, que también interpretaba un personaje principal de "El mercader de Venecia" no se sabía el papel, la directora de la obra, que era una maestra, quiso suprimirla a 2 días del estreno y yo le pedí que no la suspendiera, que me dejara probar a memorizar el texto y que la obra se hiciera (no lo hice por afán de protagonismo sino porque había compañeros que llevaban meses trabajando en esa obra y no salían en ninguna otra y no me pareció justo). Y al parecer lo conseguí pues la obra se realizó y la profesora/ directora me felicitó por memorizar tan rápido.

Y dejé un poco el teatro hasta unos años más tarde, cuando en el año 1996 me apunté al grupo de teatro del instituto, en el que estuve 4 años consecutivos, pero a partir de ahí estuve en varios grupos, hasta tres distintos a la vez. Además del grupo del instituto estuve en el grupo intergeneracional del Casal d'avis, en Nanocosmos teatre, en Sol i Lluna, en el grup de teatre de Can Pantiquet, Pastorrats etc. En algunos estuve un año solo, en otros, como Nanocosmos, diez. Y de todos ellos , de todos los grupos y directores he aprendido mucho. Cosas que me han servido para mi vida personal y como escritor.

Por ejemplo, gracias al teatro y a los juegos de rol, tengo diferentes herramientas para crear los personajes. Darles vida sobre papel creándoles un presente pero también un pasado. También me ha servido para conocer los entresijos de la puesta en escena, perder el miedo a hablar en público (tan útil para poder hacer presentaciones o montar paradas de libros).

He escrito monólogos e historias que no lo son pero están escritas como sí lo fueran. Me ha marcado tanto que algunas historias tienen al teatro, o tendrán, como telón de fondo. Y después de leer esto muchos os preguntaréis, si tanto te gusta ¿por qué ya no haces teatro? yo también me lo pregunto, tal vez esté haciendo un impás en mi vida, esperando volver, pero me da miedo, tuve un susto una noche que me desperté con taquicardias y el doctor me dijo que si practicaba algún deporte en mi vida o hacía alguna actividad que me acelerara el pulso, yo le dije que solo teatro (los que no han hecho teatro tal vez no lo sepan pero antes de salir a escena el corazón se pone a latir a mil por hora, al menos el mío, los que habéis actuado conmigo lo sabéis). Así que lo dejé por salud, al menos, momentáneamente, pero ese gusanillo sigue corriendo por mis venas.

Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos o nos vemos por los escenarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario