sábado, 21 de abril de 2018

Última entrada y juego

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Si todo va como espero, esta será mi última entrada. Pero no os asustéis, no voy a desaparecer del mapa, es la última, sí, pero antes de Sant Jordi. Este año está siendo bastante interesante, tanto a nivel personal como de la asociación "Resistencia Literaria", pero ya desgranaré con detalle todo una vez pase el día. De momento quiero aprovechar que estamos en el último fin de semana antes del día del libro para hablaros de literatura, o al menos de algo que se le parece.

Mi objetivo no es recomendaros libros, ya hay mucha gente que lo hace y yo mismo lo he hecho alguna ocasión y volveré a hacer en un futuro. Tampoco quiero agobiaros con una magistral y soporífera clase de historia de la literatura, que además tampoco estaría capacitado para dar. Ni quiero que la gente se aburra en la tercera línea de esta entrada y desconecte. Solo quiero hablar de LITERATURA, así, en mayúsculas. 

En este caso quiero que todos hagamos literatura, sí, todos. Os voy a proponer un juego, un juego al que espero que os animéis a jugar. Vamos a escribir un relato y lo vamos a hacer entre todos, ¿Qué os parece? Sí esto sale bien, hay participación y nos gusta, tal vez en un futuro no muy lejano estemos haciendo algo grande. En vuestras manos lo dejo. El juego es muy sencillo:

Yo empezaré un relato. Un relato que no estará acabado y que además es inédito y cada uno de vosotros deberá continuar, luego otro continuará esa continuación y así hasta que lo hayamos completado. Las reglas son muy sencillas, primero, no se puede negar lo que alguien antes de nosotros haya creado (ej. si en el principio un personaje muere, estará muerto hasta el final, salvo que algún recurso literario como un flashback haga que vuelva a aparecer). Segundo, esto es un juego para pasarlo bien, queda TOTALMENTE PROHIBIDO utilizar esta idea para insultar, humillar o ridiculizar a alguien. Tercero, la idea es crear entre todos, cuantos más seamos más disfrutaremos, pero sepamos esperar.

Si quieres jugar conmigo es tan sencillo como continuar el texto que yo os deje. Cada continuación debe de ser de una extensión parecida al texto original que yo dé. Y me lo debéis hacer llegar a mi de la manera que estiméis oportuna. En las posteriores entradas en este blog con referencia al juego se irá ampliando el texto con los nombres de cada uno de los participantes. ¿Qué me decís?, ¡¿Os animáis?!

Aquí va el principio:

"Brianna corría girando su cuello para mirar si la distancia con quien la perseguía aumentaba o disminuía, pero era tal la oscuridad reinante que no podía saberlo. Tan solo escuchaba aquella respiración agitada. El tacón de aguja de su zapato se le enganchó en un agujero del suelo y perdió el equilibrio cayendo al suelo. Aterrizó sobre su rodilla derecha y notó al instante como se le rompía la media y empezaba a sangrar, pero no tenía tiempo que perder, se puso en pie, se deshizo de los tacones abandonándolos allí mismo y  siguió corriendo, aunque decir que aquello que hacía era correr era mucho decir, más bien renqueaba arrastrando su pierna maltrecha tras la caída. 
Qué poco podía imaginar que la noche acabaría de esa manera. Ella se había preparado para una cita romántica con Bob, su compañero de trabajo y con el que estaba empezando una relación sentimental. Ambos bebieron, tal vez de más, un par de copas de vino y de champán. La cena estaba deliciosa, en uno de los restaurantes de moda, ubicado en un antiguo almacén de la zona de carga del puerto, que hoy día era la zona más de moda ya que la habían reconvertido en paseo gastro-turístico. Tras la cena, llegaron las bromas y risas primero, las confidencias más tarde dejando paso a las caricias y los besos. Y cuando estaban a punto de poner rumbo a casa de uno de los dos para dar rienda suelta a sus pasiones ocurrió. Aquel hombre, si es que lo era, les atacó por detrás. No lo vieron venir hasta que sus ¿manos? no estaban estrangulando a Bob. Ella echó a correr por petición expresa de este, "¡Corre tú, sálvate y llama a la policía!" le dijo, y así fue como empezó la demencial carrera que le había llevado a aquel paraje desconocido para ella.
Le faltaba el aliento y la rodilla herida le dolía demasiado, notaba como le latía incluso. Se agarró a una de las múltiples columnas de madera y se abrazó a ella. Las lágrimas corrían por su mejilla y estaba desesperada. En la demencial carrera había perdido a Bob primero,su bolso más tarde y al final sus zapatos. No tenía fuerzas para seguir corriendo, se abandonó a su destino y sin soltar la columna que abrazaba se sentó en el suelo para llorar desconsoladamente. Aquellos pasos se acercaban..."

¡Vamos, espero vuestras aportaciones!

Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos. 

2 comentarios:

  1. Los sollozos de Brianna se detuvieron al observar a la figura que tenía delante. Se asemejaba en la forma a un hombre, pero de las puntas de sus dedos caían espesas gotas que chapoteaban con dureza contra el suelo. Todo él desprendía un fuerte olor a cieno; ese olor, mezcla de fango y tierra húmeda, que abunda en los bosques cercanos a grandes montañas.
    El ser, mitad hombre, mitad cieno, gruñó con un extraño estertor, tan profundo, tan antiguo y tan maligno como la propia tierra que pisaba. Brianna temblaba, lloraba, de hecho, llorar es la última acción que pudo acometer antes de...



    «Estimados radioyentes, lamentamos interrumpir la emisión musical, pero debemos informar de un lamentable hecho acontecido ayer noche, cerca del lago Burnett, a los pies de Black Mountain. Bob Coleman, más conocido como Bobby, nuestro querido agente de seguros en Primal Insurance, apareció muerto a primera hora de la mañana cerca del lago Burnett. Dos pescadores, que frecuentaban la zona boscosa de madrugada, encontraron el cadáver. Inmediatamente llamaron a la policía que se personó en menos de media hora.
    También debemos lamentar la desaparición de Brianna G. Banks, que fue vista por última vez en compañía de Bobby, saliendo del restaurante Tallulah cerca de las 21:45, y quien no ha sido vuelta a ver.
    Agradeceríamos cualquier información sobre su paradero, además...»

    —Ese viejo Gerry parece la portera de casa de mis padres.
    Tom pronunció la frase mientras apagaba la radio estacionada encima del escritorio del ayudante de policía. Cliff se giró para observar a su subalterno, no pensaba que Gerry fuera una portera, ni chismosos, de hecho era un buen periodista que de vez en cuando ponía en entredicho a la policía, al alcalde de turno o algún avispado metomentodo de fiscal. No, él no pensaba que Gerry, como parecía aseverar su ayudante se estuviera extralimitando en sus funciones.
    —¿Has enviado las muestras a Atlanta? —Es lo único que respondió Cliff.
    —A primera hora de la mañana, Jefe.
    Tom se reclinó sobre la silla, una sonrisa se dibujó en el rostro y levantó la palma de las manos en dirección a su jefe. Este le ignoró y se dirigió hacia su despacho. Allí colgó su raída chaqueta de Sheriff de Asheville y se sentó en la silla de madera que crujió bajo su peso. En el escritorio tenía los dosieres de Brianna y Tommy, las fotos en blanco y negro no les realizaban justicia, hubieran podido ser una pareja encantadora, exitosa, perfecta; pero la vida no era justa, eso lo sabía él, que había perdido a su mujer tres años atrás. Negó con la cabeza y continúo leyendo los informes, pero entonces alguien entró en la vieja comisaría de policía, de hasta entonces aquella tranquila población, denominada Asheville...



    (*NOTA*):
    Te he enviado por correo la continuación bien "maquetada". ;->
    Abrazos de tu compañero resistente literario, S. Bonavida Ponce. je, je, je

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    1. Muchas gracias por tu aportación S. Bonavida Ponce. El guante sigue lanzado, ¿Quién se anima a recogerlo?

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