sábado, 11 de agosto de 2018

Relatos para las vacaciones (VIII) "UNA MALETA LLENA DE RECUERDOS"

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Seguimos en esta época estival y yo quiero continuar haciendo llegar un pequeño relato para que puedas leerlo en cualquier lugar. Hoy, al igual que la semana pasada, os traigo un texto que también fue llevado a escena en forma de monólogo y que también representé yo, en esta ocasión en el "Grup de teatre de Can Pantiquet". Lleva por título "Una maleta llena de recuerdos" y dice así, pero como siempre, primero os dejo una imagen.


Hoy he tenido un recuerdo de mi infancia, recuerdo a la perfección la buhardilla que me servía de dormitorio. Cuando mis padres compraron aquella maravillosa casa en un pequeño pueblo cercano al Cantábrico asturiano les insistí muy mucho para que convirtieran la buhardilla en mi cuarto, quería dormir en lo más alto, igual que Heidi. Tras mucho insistir accedieron a mis peticiones.
Recuerdo a la perfección mi habitación, la tengo aquí guardada (señalándose la cabeza) como si fuera una fotografía. Recuerdo la enorme cama colocada en el lado dónde el techo hacía bajada para poder aprovechar al máximo el habitáculo, el armario empotrado que hicieron construir en la pared opuesta a la cama, que ocupaba toda la pared, era enorme, tenía unos altillos dónde guardaba toda mi ropa de abrigo, unos cajoncillos para la ropa interior, unas puertecillas que ocultaban un zapatero…
También recuerdo la mesita de noche, con un solo cajón en el cual descansaba durante la noche mis gafas y mi Biblia, sus únicas pertenencias y encima de la cual había una lamparilla tradicional, de esas que se encienden tirando de un cordel.
En una de las paredes montamos una estantería sobre la que iba colocando mis libros, los pocos trofeos que gané gracias al atletismo y algún que otro adorno.
Frente a la estantería la única ventana de mi habitación, daba al parque más importante del pueblo. Muchas veces pasé allí colgado horas, contemplando a los niños jugar a fútbol y a las niñas saltar a la comba, o me entretenía escuchando el canto de los pájaros.
Durante las tardes de verano, recuerdo, que la dejaba abierta y muchas veces no podía dormir la siesta ya que no paraba de escuchar el ruido de metal contra madera que producían las partidas de petanca que mi abuelo se marcaba con sus amigos, y sus risas y sus chistes, me acuerdo mucho de mi abuelo (empieza a llorar, se seca los ojos).
Había noches que tampoco podía dormir; pero no por mi abuelo; las peleas, voces y disputas de un grupo de adolescentes borrachos y colocados que jugaban a ser mayores sin ni siquiera haber disfrutado de su niñez, junto a un banco del parque.
Lo que mejor recuerdo es la trampilla que daba acceso a la buhardilla y la escalera de caracol de esta, colocada justo en el centro de la habitación.
Más tarde fui creciendo, la biblia de mi cajón cambió por un diario primero y unas «Playboy» más tarde, y por un elástico, una cucharilla y una jeringuilla. Recuerdo que llegó una época que no quería subir a la buhardilla. Pedí a mis padres que cambiaran mi habitación de sitio y sin darme cuenta me convertí en uno de los adolescentes borrachos del banco del parque.
Lancé a la basura mi prometedora trayectoria como atleta, abandoné mis estudios de derecho y robé todo lo que pude a mis padres. Cuando lo descubrieron me regañaron, pero en seguida me perdonaron. Pero yo nunca he podido perdonarme. Lo siento (levanta la vista al cielo, lágrimas, sigue llorando), ni siquiera tuve valor de ir con ellos en las vacaciones de hace tres años, dónde fallecieron en trágico accidente junto a mi única hermana.
Hoy casi he rehecho mi vida, me he casado, tengo dos niñas preciosas y estamos esperando un niño. Trabajo de obrero en una pequeña empresa de pueblo y vivo con mis abuelos maternos, a los paternos los perdí hace ya…
De aquella época he guardado una experiencia que contar, un pasado del que aprender y una maleta llena de recuerdos, no todos malos, algunos excelentes como el de la buhardilla de mi infancia.

Por hoy es todo, como siempre, espero vuestros comentarios, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

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